Páginas

viernes, 10 de septiembre de 2010

Mi fe no tiene límites

No hay límites para lo que puedo lograr o vencer cuando enfoco mi atención en Dios como la fuente de todo lo que necesito. Cualquiera que sea el reto que surja en mi vida o en el mundo, mi fe me ayuda a superarlo. Dios es la fuente de mi fortaleza, valor, vitalidad y paz.
Al pensar en la familia, los amigos y toda la humanidad, recuerdo que Dios también es la fuente divina de todo lo que ellos necesitan. Pongo cualquier preocupación a Su cuidado amoroso y siento gratitud.
El recordar que Dios es nuestra fuente única, me cambia profundamente y me da la confianza para atreverme a exclamar: ¡Mi fe no tiene límites! Y con fe, me convierto en un agente para el cambio positivo para mi país y el mundo.
La palabra de Dios dice en 2 Corintios 5:7 
"(porque por fe andamos, no por vista)"
A esto debemos apuntar, a andar en fe. Que lo que percibo con mis sentidos no apague mi fe. Que la vista no sea el límite hacía la creencia de algo sobrenatural. Nuestra fe no tiene límites.

No hay comentarios:

Publicar un comentario