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martes, 7 de diciembre de 2010

Lo que Dios escogió

La palabra de Dios dice en 1Corintios 1:27:
"sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;"
Todos tenemos debilidades. Cada uno de nosotros tenemos un manojo de defectos e imperfecciones: físicos, emocionales, intelectuales y espirituales. A raíz de esto, un sin fin de circunstancias incontrolables nos afectan. Pero lo más importante es qué hacemos con ellas.

Cuando ponemos en manos de Dios nuestras debilidades, nuestros defectos, errores, impurezas y necedades, Él las toma y comienza a obrar en nuestro carácter. Esta obra tiene que ir acompañada de paciencia y mucha relación íntima con Dios, para entender sus propósitos.

Si hasta hoy te considerabas débil o necio, Dios quiere decirte algo: Te escogí y voy a usarte porque tengo un propósito para ti. Toma esta palabra y guárdala en tu corazón, porque de seguro Dios quiere obrar en tu vida.

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