La palabra de Dios dice en el libro de Salmos 66:18: Si en mi corazón hubiese ya mirada a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. 19: Mas ciertamente me escucho Dios; Atendió mis suplicas.
Yo anhelo, deseo inmensamente que el Señor no solo escuche mis oraciones, sino que a la vez me responda y supla mis necesidades con sus bendiciones
Pero para eso también me enseña en su palabra que debemos tener una vida integra delante de El. Porque el Señor no se complace con los pecadores. No podemos engañarle a Dios. No debemos intentar siquiera creer que El será nuestro socio en las cosas ocultas que hacemos o pensamos.
Es muy necesario vivir una vida que a Jesús le agrada, así nos escuchara, estará atento sus oídos a nuestras suplicas, a nuestros ruegos que le hacemos y seremos como David, habíamos sentido complacido por las bendiciones que Dios nos conceda.
Porque lo contrario seria muy triste: lo otro vivamos, hagamos un esfuerzo vos y yo y con la ofrenda de su Espíritu Santo a tener una vida agradable a Dios y así habría siempre ganador feliz. Vos y Yo.- MM
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