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martes, 27 de abril de 2010

CONQUISTANDONOS ll

Dominarse a si mismo es uno de los desafíos más importantes que como seres humanos tenemos. A la vez, es el más difícil. En ocasiones nos salimos de nuestras casillas, pero no debemos mantenernos así. Tienes que dominar tu espíritu. La palabra "enseñorear" en hebreo es la palabra "mashal", que significa dominar, gobernar, tener control.

En Hechos 24:24-25 dice: “Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.”

Esta es la escritura llama mucho la atención sobre el tema al que nos referimos. La justicia de Dios, el juicio venidero, la fe en Jesucristo, son doctrinas básicas para el desarrollo de la vida cristiana. Cuando tu recibes a Jesús en tu corazón, el te justifica; te hace un hombre justo delante de los ojos de Dios.

¿Por qué el apóstol Pablo fue inspirado por el Espíritu de Dios a mencionar el dominio propio entre la justicia y el juicio? El habló de estas doctrinas, y le recomendó a estas personas a tener dominio propio, que es parte del carácter.

Dominio propio es dominarse a sí mismo. El Señor nos salva, pero el dominio propio hace que nos vaya mejor en el juicio venidero. Si nosotros queremos tener mejores juicios en la vida, deberíamos tener mejor dominio de nosotros mismos. Si no dominamos la lengua, es obvio que carecemos de dominio propio. Si no dominamos la lengua esta va controlar el resto de nuestra vida. El centro cerebral de la boca es de los más importantes porque controla otros centros cerebrales en el cuerpo, por esto lo ultimo que aprendemos a hablar en el inicio de nuestra vida de niño.

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