Páginas

miércoles, 3 de marzo de 2010

No te alteres

Siguiendo con las extraordinarias verdades que encontramos en el Salmos 37:6-9, sólo debemos dejar que la Palabra hable directamente al corazón.
37:6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
Sos un hijo de Dios y por lo tanto Él quiere exaltarte. Sos el hijo del Creador del Universo entero y el Padre desea exhibir nuestro testimonio al mundo entero.
37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.
En nuestra relación con Dios, es importante reconocer la importancia de la paciencia y el silencio. Debemos aprender a esperar callados y sin ansiedad. De esta forma, Dios obrará en nosotros y se fijará en nuestra paciencia y dedicación y no tan solo en nuestro deseo. Concéntrate en deleitarte en Dios y cómo Él obrará.
37:8 Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
37:9 Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
La ira y el enojo no son de Dios. Uno puede airarse o molestarse por algo como cualquiera. Nadie es perfecto y muchos cometemos errores. Pero esa alteración de nuestro carácter no debe pasar a ser un enojo y mucho menos ira. Nunca finalices la jornada con iras o rencores. Desecha el enojo que pueda surgir en el transcurso del día.
Los malos, aquellos que te molestan, serán destruídos. Si confías y esperas en Dios tendrás su herencia en la tierra. Recuerda: no te alteres durante el día. Mantén la calma, la paciencia y el gozo de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario