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martes, 16 de marzo de 2010

Ejercer la fe

La palabra de Dios dice en Mateo 15:21 "Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 15:22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 15:23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. 15:24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel.15:25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! 15:26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.15:27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 15:28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora."
Esta es una historia escrita en la palabra de Dios que conmovió a Jesús. La mujer estaba en una difícil situación. Ella no se entregó si no que salió, busco que alguien le ayude y encontró a la persona indicada que la podía ayudar: Jesús.
Los hijos de Dios no estamos ajenos a encontrarnos en situaciones difíciles, pero es en ese momento en que tenemos que obrar sabiamente para poder examinar la palabra de Dios y saber qué hacer, o consultarlo con nuestro lider espiritual.
Buscar a Dios con vehemencia y fe es la mejor receta para las situaciones difíciles. A pesar de las circunstancias adversas ella logró llegar y tener un encuentro personal con Jesucristo para pedirle por la sanidad de su hija.
Si en esta hora tú o alguno de tus familiares y amigos están pasando por alguna enfermedad, ten en cuenta este pasaje bíblico. Lo que movió a Jesús fue la fe de la mujer. Ten fe y Dios obrará en tu salud y la de tus seres queridos.

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