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miércoles, 17 de marzo de 2010

Jesús y el diablo

Dice la palabra de Dios en Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Al considerar cuánto satanás odia a la gente y cuán decidido está a destruirla, no es extraño, entonces que haya tantas calamidades y tragedias en el mundo.

El diablo primero tiene que alinear ciertas cosas en el ámbito natural y humano antes de que pueda poner un dedo sobre alguien. Por eso tiene que valerse de personas para llevar a cabo sus planes.

Pero hay algo que Usted debe saber: el enemigo no puede asolar su vida a menos que Usted le de lugar. Él no puede entrar y empezar a destruir y a robar a menos que usted caiga en el pecado, la duda o la desobediencia.

Por lo tanto, si el diablo le ha estado dando problemas, pídale al Espíritu Santo que le muestre en cuál de esos aspectos usted le ha dado lugar el enemigo. Luego decida arrepentirse y deshágase de ello. Saque las armas que Dios le ha dado para hacer frente al enemigo: La oración la alabanza.

De esta forma, el Reino de Dios va a establecerse en nuestro corazón, con el Espíritu Santo como nuestro guía y Jesucristo como el autor y consumador de nuestra fe. Esa vida abundante que Jesús promete en su palabra se cumplirá en nuestras vidas.

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