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jueves, 4 de marzo de 2010

La esperanza y la fe

La esperanza siempre es la iniciadora de la fe. Si la esperanza no esta presente, la fe no está activa. Cuando una persona tiene esperanza, siempre tiene una expectativa de recibir algo.
Si yo digo "estoy enfermo" y la palabra de Dios dice "estoy sano", esto nos hace dar cuenta que existe una expectativa de certeza futura que seré sano. En este momento se inicia la fe.
Nuestro Dios es milagroso y el inicio es la esperanza. Pero la esperanza sola no es suficiente para accionar un milagro. Debemos agregarle la fe en Dios. En otros términos llevar la esperanza a la fe.
La fe es recibir ahora lo que esperamos. Cuando usted ore, pídale al Señor recibir ahora su sanación, la solución a su conflicto, eso que tanto anhela y todavía no lo recibió, ese milagro que parece imposible.
Dice en el libro de Hebreos 11:1 "La fe es la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve."
Cuanta gente que conoces no tienen esperanza y como consecuencia la fe no puede operar en ellos, inclusive en tu familia.
Hoy debemos entender que la fe y la oración son las herramientas que tenemos para mover el corazón de Dios. Pero todo comienza con la esperanza. Si hoy comenzaste el día sin ella, te invitamos a que renueves tus fuerzas y las esperanzas de que eso que tanto anhelas, se puede.

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