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jueves, 28 de octubre de 2010

Prosperar

Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.
Proverbios 3:9-10
¿Te has quejado últimamente de ese automóvil que no funciona bien? O ¿estás harto de tener esa cocina que hay que mandarla a reparación cada tanto? ¿Quieres cambiar la casa en la que vives?

Dice la palabra de Dios en este proverbio que honremos a Dios con nuestros bienes. En otras palabras, que le demos la gloria a Dios con lo que tenemos. Que nuestros bienes sean una expresión de adoración, de alabanza y de gratitud a Dios. Cuando el proverbio habla de primicias se refiere a lo mejor, lo más nuevo, lo que acabamos de ganar o comprar. ¿Por qué las primicias? Porque es lo que más nos cuesta y precisamente es lo que Dios nos exige. Con "eso" también tenemos que honrar también a Dios.

Este proverbio es una promesa, porque con la condición de honrarle a Dios, viene la consecuencia: la bendición. Si bien hoy en día no todos tenemos graneros y lagares en nuestras casas, sí tenemos una heladera y probablemente una cuenta en una entidad bancaria o financiera. Dios es fiel a su promesa y quiere que prosperemos. ¡Él quiere bendecinos! Así que en este día, hónrale a Él con tus bienes y lo mejor de tus frutos.

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