Páginas

martes, 5 de octubre de 2010

Gracia, misericordia y paz

En 2a Timoteo 1:2 Pablo le escribe a su discípulo Timoteo diciéndole: 
"A Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor.”
La gracia es el don de bendiciones ilimitadas que están disponibles para mi vida y puedo recibirla cuando lo pida. No hay un plazo que deba cumplir ni nada que tenga que hacer para ganar o perder el amor incondicional de mi Creador. La única condición es mi obediencia a Su palabra.

En obediencia, la gracia está siempre presente y bendiciéndome, veinticuatro horas al día, los siete días de la semana. La misericordia y paz vienen a nosotros una vez que le recibimos a Jesús en nuestro corazón. Esto decimos, porque en ese momento, comprendemos la obra redentora de Cristo.

Imagínate lo valioso que eres para Dios, que Él tuvo que enviar nada menos que a su propio Hijo para que tú puedas ser salvo. Esta demostración de amor nos inspira a retribuirle a Dios todo lo que Él hizo por nosotros con nuestras vidas. Sin embargo, la realidad es que siempre soy bendecido con más de lo que doy. Es por eso que no importa todo lo que hagamos para superar a Dios, nunca lo lograremos. Él nos amó primero y su misericordia se renueva cada día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario