Hay muchas cosas en este mundo que nos amenaza. Pero en ocasiones, nuestro mayor enemigo no esta “allá afuera”, sino “dentro de nosotros mismos”. Esta en nuestros corazones, en nuestras mentes. Y mientras el miedo, temor, desesperación aprieta su puño, luchamos en vano para ser liberados.
Vivir en miedo, ansiedad, desesperación es vivir en constante tormento y eso aparta grandemente de la victoriosa que Dios quiere darnos.
Dios está para ayudarnos y ninguna situación está más allá de su habilidad para liberar y redimir. Permita que Él le dé a usted las fuerzas y el poder necesario para vivir en completa paz y gozo, sin importar lo que este enfrentando.
Dice el Salmos 18:34: (El Señor) es quien adiestra mis manos para la BATALLA, para entesar con mis brazos el arco de bronce.
La Batalla es del Señor. Él siempre vence por usted. CB
No hay comentarios:
Publicar un comentario