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martes, 9 de noviembre de 2010

Libres de verdad

En Juan 8:36 está escrito: 
"Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres."

¿De qué podría liberarnos el Hijo de Dios? ¿Qué nos está oprimiendo? ¿Qué nos tiene cautivos? El pecado es lo que nos tenía atados a la muerte. Jesús dijo que todo aquel que hace pecado, esclavo del pecado es.

Pero así mismo, Él vino a romper esas cadenas y a liberarnos. Una vez que el yugo del pecado se quiebra en nuestras vidas, tenemos la libertad de servirle a Dios con todo nuestro ser.

Esa libertad que solo Cristo la puede dar es la que en Experiencia en Vida deseamos que tengas. Libertad para ser sano de las enfermedades que te tienen postrado. Libertad para prosperar y salir de la miseria y la pobreza. Libertad para comenzar o recomponer una relación con otra persona.

Ser verdaderamente libre depende de ti. Decídete por seguirle a Jesucristo y el pecado que te esclaviza se va a ir de tu vida.

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