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miércoles, 28 de julio de 2010

TRAMPAS AL HIJO DE DIOS

Continuado con el libro de Daniel la palabra de Dios dice en Daniel 6:9 Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición. 6:10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.   6:11 Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios. 6:12 Fueron luego ante el rey y le hablaron del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones? Respondió el rey diciendo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. 6:13 Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición. 6:14 Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle.
En este relato vemos como el rey apreciaba a Daniel y no quería hacerle daño, pero ya había dado el decreto, cuando el rey daba un edicto real, lo sellaba con su propio anillo, de esta forma el edicto era irrevocable. Esto nos muestra que muchas veces el enemigo nos entreteje trampas para meternos en el foso lleno de leones que simboliza, adversidad y problemas pareciera que llegamos al límite y ya no hay más salida, te encuentras atrapado con leones hambrientos dispuestos a devórate

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