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jueves, 18 de febrero de 2010

Lo que hagas prosperará

El Salmo 1 contiene promesas de las que debes apropiarte. Te invito a que leas detenidamente, lo copies, lo repitas y te apropies de cada una de sus bendiciones.
1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará
Este salmo es una caja de promesas que Dios nos entregó en su Palabra. El primer versículo habla de una bienaventuranza. "Feliz, feliz" es el significado de bienaventurado. Quien no siga el consejo de los malos, ni esté en el camino del pecado, y ni haya compartido asiento con los escarnecedores, será un varón o una mujer bienaventurado/a, es decir, "feliz feliz".
El segundo versículo nos da la pauta de lo que tiene que ser nuestra relación con Dios: Su ley debe ser nuestra delicia y en ella debemos meditar en todo tiempo. Su ley es Su Palabra, escrita en la Biblia. De esta manera podemos entender que si leemos la Biblia, meditamos en sus verdades, habrá una promesa que se activará en nuestras vidas.
Esa promesa está en el tercer versículo: Seremos prósperos, no decaeremos, no nos enfermaremos, estaremos fuertes, firmes y sólidos, como ese árbol plantado junto a corrientes de agua. Dice que todo lo que hagamos va a prosperar, porque Dios nos va a bendecir material y espiritualmente con su fruto.
Leer la Biblia y tener una vida íntegra, alejada del pecado, sí tiene una importancia: se activan las promesas de Dios, en este caso, las que están en Salmo 1.

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