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viernes, 5 de noviembre de 2010

Gloria y unidad

"Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno." Juan 17:22

Es el propósito de Dios que su Iglesia esté unida y que disfrute de todas las bendiciones espirituales y materiales que Él brinda a sus hijos.

Esa misma gloria que Dios tiene quiere extenderla a nosotros, sus hijos. En esa gloria no hay pecados, hay santidad, no hay enfermedades, hay sanidad, no hay opresión, hay libertad. Ya no andamos en derrotas sino en victorias, ya no somos insignificante porque para Dios somos significantes. Esa gloria es la que Dios quiere que también sea nuestra.

Pero para alcanzar esa gloria Dios exige unidad. Por eso Jesús expresaba su deseo de que seamos uno, así como Él es uno con Dios. La misma unidad que hay entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se debe reflejar en la Iglesia de Jesucristo. De esta forma, veremos manifestada su gloria en nuestras vidas y en nuestras respectivas iglesias.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Amar al enemigo

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen"

Mat 5:43-44

El ejemplo que Jesucristo dio es contundente. Sus palabras se vieron concretadas posteriormente cuando lo arrestaron y condenaron a muerte.

El mismo principio de amor se aplica hoy a nuestras vidas. Probablemente tú tengas enemigos que están asechándote. Hay muchas opciones. Puedes tomar el camino de la violencia, de odio, de la indiferencia, puedes escaparte o puedes hacer huir a tus enemigos. Pero la opción más acertada la dio Jesús hace dos mil años: ama a tus enemigos.

El poder del amor es tan grande que puede quebrar el odio, el rencor, los celos, la envidio e incluso la ira. La receta de Jesucristo incluye bendecir a los que nos maldicen, hacer el bien y los que nos aborrecen y orar por los que nos ultrajan y persiguen.

Si hoy quieres dar un paso de amor, elige amar a aquellos que te odian. Elige bendecir a quien te maldice. Dios va a obrar en el corazón de esas personas.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Mi fe no tiene límites

Quizás juzgue a mi fe débil o fuerte. Ésta es fortalecida por medio de la oración .También debo asegurarme de que la dirijo correctamente.

Utilizo mi fe cuando oro por sanación, la utilizo cuando me preocupo por un ser querido. Mi intención al orar es tener un resultado positivo, así que decido evaluar los sentimientos que tengo cuando oro. Mi fe esta puesta en dios y quiero alcanzar la FE de Dios

Dejo ir cualquier sentimiento de ansiedad y oro con un sentimiento de paz y fe en lo bueno. Me aquieto e imagino sólo los mejores resultados posibles. Pues mi FE no tiene limite, y la paz de Dios sobrepasa todo entendimiento humano.

Creo firmemente que estos resultados surgirán. Al utilizar intencionalmente la fe, mi mente y corazón están en paz y mi confianza en Dios se fortalece.
"Entonces Jesús dijo al centurión: “Vete, y como creíste te sea hecho.” Y su criado quedó sano en aquella misma hora." Mateo 8:13

martes, 2 de noviembre de 2010

Él me guiará

"Jehová es mi pastor, nada me faltará. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre." Salmo 23:1, 3  
Al acudir a Dios en oración, sé que mi camino es seguro y guiado por el Espiritu Santo. Es una bendición y un privilegio entrar a la presencia de Dios, en oración.en el nombre de Jesus Tomo tiempo cada día para aquietar mis pensamientos y enfocar mi atención en la Presencia. Cuando enfrento una decisión difícil, el camino más directo para encontrar la respuesta es orar.

Pido guía, tanto por las decisiones importantes como por las momentáneas, y presto atención al silbo apacible y delicado del Espiritu Santo en mí.

Bien sea que mi guía provenga como un sentimiento urgente o por medio de la sugerencia de un amigo, sé que está dirigida a mí. Estoy en paz cuando actúo según esta dirección. Confío en que las bendiciones fluyen, y que todo obra para mi mayor bien. Gracias Jesus por tu presencia en mi vida.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Gozo en el Espíritu

Al mirar mi vida en retrospectiva, quizás note cómo mi ánimo ha subido y bajado. A lo mejor recuerdo días de profunda tristeza y otros rebosantes de alegría. Han habido períodos de optimismo y momentos de pesar. Estar consciente de mis emociones crea una entrada para el cambio.

Al vincularme con el Espíritu, siento que la paz, el amor y la felicidad fluyen por medio de mí. Me doy cuenta de que cuando cambio mis pensamientos, mis emociones cambian. Cuando siento tristeza, miedo o ansiedad, recuerdo que puedo escoger mantener mi mente y corazón a tono con el Espíritu. Cada uno de mis pensamientos, palabras y acciones es una expresión del Espíritu que está en mí.

"Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo." Romanos 14:17