Páginas

Mostrando entradas con la etiqueta cuerpo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuerpo. Mostrar todas las entradas

martes, 30 de noviembre de 2010

Soportar y perdonar

En Colosenses 3:13 dice
"soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros."
Si bien todos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, también es cierto que los seres humanos no somos iguales entre nosotros. Existen diferencias entre una persona y otra y a veces estas son muy marcadas. Estas diferencias abarcan desde aspectos físicos hasta aptitudes para realizar actividades.

El cuerpo de Cristo (La Iglesia) no es la excepción, pues está integrado por seres humanos. Ante estas diferencias, la Biblia es clara al decir que nos soportemos. Dios entiende que como seres humanos podemos tener diferencias pero que ante todo debemos estar unidos como Iglesia.

Así mismo, si alguno algo contra otro, lo correcto e indicado por Dios es perdonar, sea cual sea el motivo. El ejemplo claro es Jesucristo, quien perdonó todo cuanto sufrió y aún más. Si Jesús, nuestro ejemplo, lo pudo hacer ¡nosotros también!

viernes, 5 de noviembre de 2010

Gloria y unidad

"Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno." Juan 17:22

Es el propósito de Dios que su Iglesia esté unida y que disfrute de todas las bendiciones espirituales y materiales que Él brinda a sus hijos.

Esa misma gloria que Dios tiene quiere extenderla a nosotros, sus hijos. En esa gloria no hay pecados, hay santidad, no hay enfermedades, hay sanidad, no hay opresión, hay libertad. Ya no andamos en derrotas sino en victorias, ya no somos insignificante porque para Dios somos significantes. Esa gloria es la que Dios quiere que también sea nuestra.

Pero para alcanzar esa gloria Dios exige unidad. Por eso Jesús expresaba su deseo de que seamos uno, así como Él es uno con Dios. La misma unidad que hay entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se debe reflejar en la Iglesia de Jesucristo. De esta forma, veremos manifestada su gloria en nuestras vidas y en nuestras respectivas iglesias.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Bendigo mi cuerpo

"Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente." Salmos 16:9
Cada parte de mi cuerpo es una creación única que encaja perfectamente con el todo. El cuerpo es un regalo de Dios. ¿Ha elevando una oración de gratitud por su cuerpo, de la cabeza a los pies? Bendiga cada parte de su cuerpo y dele gracias a Dios por hacerlo tal como lo hizo: único.
Si hay un área de mi cuerpo que necesita sanación, envíele bendiciones especiales, invocando la vida perfecta de Dios que mora en ella. Pida perdón al Creador por las maneras en que quizás no haya honrado o apreciado en el pasado el cuerpo que Él le dio.
Doy gracias por el maravilloso servicio que mi cuerpo me presta. Con nuevos ojos de amor, veo mi cuerpo como fue creado por Dios, saludable y perfecto.

jueves, 18 de marzo de 2010

El fundamento

Cuando hablamos de los fundamentos de la doctrina de Cristo estamos hablando del cimiento o las bases de principios de un hijo de Dios.

La palabra de Dios dice en 1 de corintios 3:11 "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo."

Para la construcción de un edifico la roca, la piedra, es el mejor fundamento, el mejor cimiento. Si la cambiáramos y colocásemos arena y tierra, estas no podrán resistir vientos y tempestades y más temprano que tarde, la edificiación caería.

El fundamento de la palabra de Dios esta en Jesúcristo como la piedra del ángulo, la roca fuerte. Él es quien sostiene todos los principios bíblicos. Él se hizo hombre y con su ejemplo dejó sentado que sí se puede vivir una vida con los fundamentos de Dios. El cuerpo de Cristo es el encargado de velar, guardar y aplicar estos principios. El cuerpo de Cristo y la doctrina, están fundamentados en una sola persona: Jesucristo. ¿Quién es el cuerpo de Cristo? Somos nosotros, es decir, todos los hijos de Dios que le hemos aceptado en nuestros corazónes a Jesús como el Señor y salvador de nuestras vidas.

Nosotros, los hijos de Dios, debemos estar muy bien arraigado y conocer los fundamentos de su Palabra. De esta forma, cuando vengan las tormentas y los momentos difíciles estaremos firmes y estas no podrán afectarnos

miércoles, 10 de marzo de 2010

Los musculos espirituales

Para mantener nuestro cuerpo en un buen estado, es necesario que hagamos ejercicios físicos. Esto evita enfermedades, dolores, levanta nuestra autoestima y genera numerosos beneficios físicos y mentales en nosotros.
Lo mismo ocurre con el cuerpo de Cristo. Dios le ha dado dones a cada creyente que han de ejercitar para el bien común de la Iglesia de Jesucristo (Corintios 12:7).
La palabra de Dios dice 1a Corintios 12: 14-27 "Pero a cada uno le es dada la manifestación del espíritu para provecho." Es importante la manifestación del Espíritu que tienes como hijo de Dios. Cuando nuestro espíritu está manifestando el don que Dios nos dio, estamos funcionando correctamente dentro del cuerpo de Cristo.
Esta manifestación del Espiritu si esta en un estado vegetativo no contribuye al crecimiento del cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Si bien el cuerpo de Cristo sigue funcionando no está rindiendo al máximo de su potencial y por lo tanto está ralentizando el funcionamiento de todo ese cuerpo. Por esta causa, es evidente que muchos hermanos en Cristo tienen muchísimo más trabajo que otros.
Dios desea que utilicemos los dones espirituales para beneficiar a los demás en la iglesia. Cuando trabajemos juntos mantenemos el cuerpo fortalecido. Por esta razón es necesario que ejercitemos nuestros músculos espirituales para funcionar correctamente dentro de ese cuerpo.
¿Qué dones te ha dado Dios para que puedas ayudar a disminuir la tensión que padece el cuerpo de Cristo que es la Iglesia?
EL TRABAJO EN EQUIPO DIVIDE EL ESFUERZO Y MULTIPLICA EL EFECTO