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jueves, 4 de noviembre de 2010

Amar al enemigo

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen"

Mat 5:43-44

El ejemplo que Jesucristo dio es contundente. Sus palabras se vieron concretadas posteriormente cuando lo arrestaron y condenaron a muerte.

El mismo principio de amor se aplica hoy a nuestras vidas. Probablemente tú tengas enemigos que están asechándote. Hay muchas opciones. Puedes tomar el camino de la violencia, de odio, de la indiferencia, puedes escaparte o puedes hacer huir a tus enemigos. Pero la opción más acertada la dio Jesús hace dos mil años: ama a tus enemigos.

El poder del amor es tan grande que puede quebrar el odio, el rencor, los celos, la envidio e incluso la ira. La receta de Jesucristo incluye bendecir a los que nos maldicen, hacer el bien y los que nos aborrecen y orar por los que nos ultrajan y persiguen.

Si hoy quieres dar un paso de amor, elige amar a aquellos que te odian. Elige bendecir a quien te maldice. Dios va a obrar en el corazón de esas personas.

miércoles, 12 de mayo de 2010

FE Y LUEGO ALEGRIA

Ayer vimos la promesa que Dios le hizo a Abraham. Ahora mi querido lector, qué tal si en lugar de escribir el nombre de Abraham en este texto bíblico escribiéramos su nombre, de tal manera que se leyera por ejemplo:

Gen 12:1 Pero Jehová había dicho a (su nombre:..............): Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Gen 12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Gen 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

¿Le gustaría contar con todas estas promesas de parte del Señor para su vida? ¿Ser un Abraham del siglo XXI? ¿Transformarse en un líder de naciones? ¿Ser bendito y ser de bendición? ¿Que por voluntad de Dios su nombre sea reconocido en las naciones y quede grabado en la historia? ¿Que sus herederos posean la tierra? Pues bien, ciertamente usted es heredero de esta promesa. Es decir, usted puede apropiarse de esta promesa y decretarla para su vida