Páginas

miércoles, 6 de octubre de 2010

El médico

Dice la palabra de Dios en dice Jeremías 33:6
“Yo les traeré sanidad y medicina; los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.”

Aquí Dios nos muestra su perfil de médico, en lo físico y en lo espiritual. Jehová se manifiesta como quien traerá sanidad y medicina a su pueblo (hoy en día: nosotros).

Por si esto fuera poco, Dios también nos promete curación y revelación de la abundancia de la paz y la verdad. ¿Quién quiere enfermarse? De seguro nadie. Imagina una vida sin enfermedades, sin tener que ir al doctor, sin tomar medicamentos. Esto es posible gracias al poder milagroso y restaurador de Dios. Así mismo, los principios y verdades del Reino de Dios vendrán a tu vida.

Si hoy estas enfermo y necesitas esa medicina divina que sana, cura y restablece completamente, la solución es una: clama a Dios. Pídele a Él que obre y actue en tu vida. El Padre Celestial tiene el poder para despojarte de toda dolencia y así devolverte la paz de una salud íntegra.

martes, 5 de octubre de 2010

Gracia, misericordia y paz

En 2a Timoteo 1:2 Pablo le escribe a su discípulo Timoteo diciéndole: 
"A Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor.”
La gracia es el don de bendiciones ilimitadas que están disponibles para mi vida y puedo recibirla cuando lo pida. No hay un plazo que deba cumplir ni nada que tenga que hacer para ganar o perder el amor incondicional de mi Creador. La única condición es mi obediencia a Su palabra.

En obediencia, la gracia está siempre presente y bendiciéndome, veinticuatro horas al día, los siete días de la semana. La misericordia y paz vienen a nosotros una vez que le recibimos a Jesús en nuestro corazón. Esto decimos, porque en ese momento, comprendemos la obra redentora de Cristo.

Imagínate lo valioso que eres para Dios, que Él tuvo que enviar nada menos que a su propio Hijo para que tú puedas ser salvo. Esta demostración de amor nos inspira a retribuirle a Dios todo lo que Él hizo por nosotros con nuestras vidas. Sin embargo, la realidad es que siempre soy bendecido con más de lo que doy. Es por eso que no importa todo lo que hagamos para superar a Dios, nunca lo lograremos. Él nos amó primero y su misericordia se renueva cada día.

lunes, 4 de octubre de 2010

Ahora

El libro de Hebreos 13:8 dice:
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos.”

Todos tenemos un pasado que quisieramos ocultar o borrarlo. Todos hemos cometido pecados que si conocemos a Cristo, estaríamos seguramente muy arrepentidos. En el pasado pudimos haber tomado malas decisiones o probablemente algunos han incursionado en actos pecaminosos. Quizás cometiste errores por los cuales hoy aún estas pagando las consecuencias.

Sin embargo, hoy con Jesús en el corazón, tenemos la posibilidad de sepultar el pasado. Nuestra cosmovisión de la vida ha de ser transformada de acuerdo a los principios y valores del Reino de Dios. Esa decisión de entregarle a Jesucristo tu vida, puede transformar tu entorno, incluso tu familia y a tus seres queridos. El Espíritu Santo que viene sobre tí y te guiará y vas a mirar hacia adelante, ya nunca más hacia atrás. Esto porque estarás más ocupado en lo que a Dios le importa que estés ocupado y ya no en lo que el mundo te ofrece para ocupar el tiempo. 

Con Cristo el ayer es historia, el presente es para decidir y el futuro para cosechar las bendiciones de nuestras buenas decisiones. Lo seres humanos podemos cambiar día a día, pero Jesús es el mismo. Pasen los días, los meses, los años y los siglos, nunca pasará el poder que tiene el nombre de Jesús. 

Toma hoy, ahora mismo, la decisión de poner los pensamientos limitados del pasado donde corresponden: en el pasado. Mira a tu futuro. Comprende que éste es un llamado de Cristo para vivir más plenamente.

viernes, 1 de octubre de 2010

Meditación

Dice el Salmos 19:14
"Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío."
¿Has analizado cuales son las palabras que salen de tu boca? ¿Son palabras gratas o aceptables? ¿Son palabras de bendición o de maldición? El salmista ruega a Dios que los dichos de su boca sean gratos delante de Dios.

Así mismo, ¿Eres del tipo de personas que analizan su corazón cada día? ¿O sólo vives la vida sin autoexaminar tus pensamientos y actitudes? El salmista desea también que la meditación de su corazón sea grata para Dios. Nuestro corazón debe estar en constante meditación para descubrir el propósito que Dios tiene para nuestras vidas.

La mejor práctica para esto es la diaria relación con Jesús a través de la oración. Mi meditación  prepara la base para descubrir las bendiciones que Dios tiene para mi. Mediante este tiempo exclusivo con el Creador podemos alejarnos de cualquier pensamiento negativo y repetitivo.

De esta forma el Espíritu Santo toma control sobre mi mundo interno de pensamientos. Si viene a mi mente alguna necesidad me aquieto y guardo silencio -consciente y atento a la presencia guiadora de Dios en mi.

No lo olvide. Que Dios Todopoderoso sea tu roca y tu redentor.

MEDITA

Dice el Salmos 19:14: Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
Quizás no esté siempre consciente del monólogo continuo que tiene lugar en mi mente. A veces mis pensamientos pueden dar un vuelco y perderse al examinar el pasado o preocuparme por el futuro.
Hay una manera mejor: mi práctica diaria mi comunión de oración con Jesús. Mi meditación  prepara la base para una conciencia mayor en todo momento. Esta conciencia me ayuda alejarme de cualquier pensamiento negativo y repetitivo.
Al volverme receptivo a la inspiración divina del Espíritu Santo, tomo control sobre mi mundo interno de pensamientos. Si viene a mi mente alguna necesidad me aquieto y guardo silencio -consciente y atento a la presencia guiadora de Dios en mi. 
No existe circunstancia a temer. Jesús me ama, Dios está en mí.