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lunes, 6 de diciembre de 2010

Estructuras mentales

 En Efesios 4:22-24 dice 
"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."
El ser humano prefiere quedarse a vivir en un territorio conocido, aunque este en realidad sea una prisión, con tal de evitarse el sufrimiento que significa el cambio.

¿Por qué actuamos así ante el cambio? Por pensamientos, y estructuras mentales que fueron erigiéndose a lo largo de los años en nuestra personalidad y que afectan a nuestra conducta. Ante el escenario de una transformación, estas estructuras gradualmente reducen nuestra visión, la esperanza y la fe.

El peligro radica en el hecho que una vez que una persona recibe un estructura, pasa a almacenarlo en su memoria y no vuelve a cuestionarlo más; lo acepta como la verdad definitiva, sin percatarse que en realidad se ha convertido en un esclavo del esa estructura. En otras palabras, las estructuras vienen a ser bloqueos mentales –más sólidos que una pared de concreto armado– que nos separan de las bendiciones que Dios desea otorgarnos.

Dios es claro al ordenar que nos despojemos del viejo hombre, ese que está lleno de estructuras mentales. Solo mediante su Espíritu Santo podemos renovar nuestra mente y vestirnos del nuevo hombre, el que fue creado según Dios.

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